martes, 11 de noviembre de 2014

Zambullida en la natación

En la última sesión que hemos realizado en la piscina hemos trabajado sobre la zambullida en la natación algo que parece simple pero no lo es y además se puede conseguir ventaja sobre tus rivales. Una vez situado en la plataforma, el nadador se agacha y sujeta con los dedos de las manos al borde de la plataforma de salida. Los pies guardan una distancia equivalente a la separación que corresponde al ancho de los hombros y las rodillas se flexionan unos treinta grados.

El nadador concentra toda su atención en el disparo de salida. La diferencia en el tiempo de reacción entre los nadadores profesionales oscila entre tres y seis centésimas de segundo.
Ya en el agua, el competidor deja que su cuerpo deslice en línea recta, manteniendo las piernas y los brazos extendidos. Finalmente, cuando pierde la velocidad de la inercia inicial, empieza a dar los primeros impulsos con los pies.
Como no todo el mundo sabe realizar la zambullida se deben de hacer unos ejercicios previos:
1-Empezar con las rodillas flexionadas colocando los brazos en vertical y extemdidos Luego de esta posición te lanzas al agua.
2-Tras realizar el ejercicio anterior, pasas dejar sólo una rodilla apoyada en el suelo y colocas los brazos en vertical teniéndolos así en extensión con la cabeza metida entre ambos brazos.
3-Por último, engancharás los dedos de una de las piernas sobre el bordillo de la piscina, la pierna no enganchada se flexionada unos 30 grados, flexionas el tronco y extendéis los brazos como en los ejercicios dicho con anterioridad. Finalmente te lanzas al agua y te intentas deslizar en el agua manteniendo la posición del cuerpo como sí fueras una tabla y con los brazos extemdidos.

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