Técnica de carrera

Hola, os dejo una entrada sobre la técnica de carrera.


Técnica de carrera:

 El primer mandamiento de la técnica de carrera está relacionado con la fase de impulsión. Para correr más hay que impulsar contra el suelo, así de sencillo. Parece sencillo pero no lo es.
Antes de que contacte nuestro pie con el suelo tenemos que tener presente que debemos impulsar contra el suelo. En este sentido, el pie tiene que contactar contra el suelo con cierta tensión, ya que un pie demasiado relajado nos hará perder velocidad. La impulsión se debe realizar hasta el último momento, terminando con una extensión de tobillo e impulsando sobre los metatarsos. Cuando se finaliza la fase de impulsión, comienza la fase de vuelo, que es el tiempo durante el cual el cuerpo se mantiene en el aire en su totalidad durante unos segundos hasta la amortiguación fase en la que el peso del cuerpo recae sobre la planta del pie.
El segundo mandamiento de la técnica de carrera está muy relacionado con el primero. Si en el anterior el objetivo era tener una buena impulsión de tobillo, intentando impulsar hasta el último momento, en éste la finalidad es elevar las rodillas al aire para obtener la máxima amplitud de zancada.
Si nos damos cuenta, ambos mandamientos van cogidos de la mano. Si impulsamos de tobillo hasta el final estamos obligando a la otra pierna, la pierna libre, a elevar la rodilla. Y si nos centramos en subir la rodilla obligamos al tobillo de la otra pierna a tener que impulsar al máximo.
Todo esto siempre y cuando se realice con una buena técnica de carrera. Hay corredores que se centran únicamente en elevar la rodilla y retiran la pierna de impulso antes de tiempo, pareciéndose más su técnica a un baile del humorista Chiquito de la Calzada que a la de un corredor.
Generalmente, los grandes olvidados de la técnica de carrera, los brazos. Rara vez nos centramos en el papel que desempeñan dentro de la figura del corredor. Son los encargados de equilibrar nuestro cuerpo, siendo de gran importancia cuando aumentamos el ritmo de velocidad o cuando estamos muy fatigados.
Los brazos también tienen su técnica de carrera. Una de las cosas más importantes es que los brazos vayan atrás aprovechando todo su rango de movimiento. Si nuestra amplitud de zancada se veía incrementada gracias a elevar las rodillas, no podemos acortarla por una mala técnica de brazos. Si no dejamos llevar atrás los brazos estamos acortando el movimiento repercutiendo en nuestra zancada.
Este braceo no se puede hacer de cualquier forma. Los codos tienen que tener una angulación de 90 grados y llevarlos con soltura. Las manos tienen que estar relajadas, sin cerrar el puño y sin llevar los dedos con tensión, tan solo dejarlos llevar por la inercia del movimiento. Un ejercicio muy bueno es realizar progresiones de brazos sobre el sitio, sin desplazamiento, realizando el movimiento solamente con los brazos.
Este cuarto mandamiento es el encargado de dar armonía a los otros tres mandamientos. Para conseguir una eficiencia mecánica y energética es necesario que todos nuestros movimientos se realicen con amplitud y soltura.
El movimiento se tiene que realizar con la tensión justa, sin precipitación y sin querer anticipar el gesto. Tenemos que respetar la fase de impulsión, la elevación de rodillas y el braceo de brazos. Si todos esos movimientos los hacemos con amplitud y soltura nuestra técnica de carrera mejorará considerablemente.

Errores fundamentales de la técnica de carrera:

• Extensión completa de la pierna de apoyo.
• No elevar las rodillas lo suficiente
• Colocar el tronco excesivamente adelantado o hacia atrás.
• Mover los brazos con trayectoria casi lateral.
• Llevar los brazos muy flexionados.
• Acompañar el braceo con un movimiento notorio del cuerpo.
• Rigidez en el cuello.
• En la fase de apoyo flexionar excesivamente la pierna.

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